miércoles, 10 de marzo de 2010


Se me asoman atràs de las orejas gritandole a la mañana que me olvide alguna vez de acordarme.
Saltamos en una fuente de colchones,
se me atornillaron los pensamientos y volvi a los que no saben de mi amor.
Senti pesados los hombros y la frente estallaba arriba de mis ojos.


Se desabrochaban solos para nadie,
imaginaban comidas y un bar con aromas negros;
un final concentrado en frascos de medio litro
repartidos en 365 dias de sal pimienta y galletas de miel.